En un mundo en el que los dragones ya no conviven con los humanos, sucesos extraños no paran de ocurrir, como ver a dos dragones peleándose entre ellos, y más aun, ¡en territorio humano!
Debido a estos sucesos, el archimago Gavilán, emprenderá un viaje para encontrar el motivo de tales sucesos. En este viaje, se topará con el principe Aren, el cual mató a su padre y salió huyendo de su casa ya que tiene un extraño lado oscuro y salvaje que sale de vez en cuando. Estos dos personajes, se encontrarán con una antigua amiga de Gavilán, y Teru, una niña con una extraña cicatriz en su cara.

La verdad es que los resumenes de las obras de Ghibli suelen ser extraños. Se nota que la película es de Ghibli, y también se nota que no es de Hayao, si no de Goro Miyazaki, el hijo. Es entretenida, se deja ver, pero le falla algo.

Estás a mitad de la película y dices "¿bueno, y?" como no sabiendo muy bien hacia donde se quiere dirigir la historia. Y esto es preocupante, porque su duración aproximada es de 180 minutos. La verdad, es que una vez vista, la película es bastante más simple de lo que se podía esperar -yo todavía no se a qué pintan los dragones en toda la historia...- a pesar de los continuos diálogos pseudofilosóficos finales a cerca del miedo, de la vida y de la muerte.

En resumen, no está mal, pero no es una imprescindible.