Andy, un prometedor bancario, es condenado injustamente por el asesinato de su mujer y su amante. Dos cadenas perpetuas le esperan en la penitenciaría de Shawshank, donde conseguirá hacerse un nombre entre celadores y convictos.


Un auténtico peliculón. Cadena perpetua es una historia tremendamente emotiva sobre la esperanza humana, la auto superación, el compañerismo y la amistad.

Frank Darabont se porta como un fuera de serie de la composición y la narración visual. Aunque por fuerza algunos planos son simples para atender las exigencias narrativas, cuando tiene la más mínima oportunidad, el cineasta francés nos ofrece imágenes sencillamente preciosas.

La adaptación del relato de Stephen King también es fruto de la mano de Darabont y una vez más tengo que aplaudir su talento. Es original, dinámico y terriblemente interesante. La monotonía, la ambición, la esperanza, el miedo…Darabont hace juegos malabares con los sentimientos humanos en una historia perfectamente adaptada a la gran pantalla.

El reparto, además de estar muy bien escogido, está muy bien dirigido. Tim Robbins realiza, a mi juicio, el mejor papel de su carrera es esta película. La única figura que le hace sombra es el omnipotente Morgan Freeman. Bajo mi punto de vista merecía mucho más la estatuilla dorada que Tom Hanks, pero así son las cosas…

La fotografía es tan buena como la dirección. Muy parecida a la que veríamos con Thomas Stern en Million Dollar Baby.

Es imposible ver esta película y quedarse indiferente. La recomiendo encarecidamente.

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