Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!

-Chicos, a ver si podéis ayudarme a saber de quien voy a hablar hoy…
-Pocoyó
-De Pocoyó
-De pocoyo
-Exacto, voy a hablar de Pocoyó!


Pues si amigos y amigas bloggeros, lectores y lectores-casual que habéis caído por aquí por accidente. Hoy hablo de Pocoyó, serie de animación nacional (dirigida por españoles) que ha triunfado a lo largo de todo el mundo y emitida por una de las cadenas más maltratadotas de series: TVE.
La serie nos presenta a Pocoyó y a sus amigos: Pato (un pato, obviamente… aunque la verdad no se quedaron calvos de pensar… -como curiosidad decir que en las versiones inglesa, italiana, etc. etc. etc. también se le llama ‘Pato’-) Elly (No, y repito, NO os imaginéis un elefante rosa… vale, pues esa es Elly) Loula (un perro… simplemente) Pajarotto (un pájaro, obviamente… pero que parece que no tiene sangre en las venas) y más adelante Pajarito (Como Pajaroto, pero en pequeñito xDDDD. Un pájaro con Red Bull en las venas)
¿Y que pasa en esta serie? Absolutamente nada. Pero nada. Los capítulos de 7 minutos (de los cuales entre 2 y 3 minutos se van en cabecera –genial- y créditos) nos muestran a un inocente (a veces) Pocoyó que tiene que solucionar pequeños problemas de su vida cotidiana como por ejemplo dejar o no el balón a Pajarito, montar una fiesta sorpresa, hacer música, subir una estrella al cielo (¿cotidiano?) o ayudar a Pato a dormir.
No hay más. Es más, por no haber, no hay ni decorados. Los fondos son en blanco y los personajes redondeados y simples, aunque de alguna manera están llenos de detalles. Carismáticos, con una marcada personalidad y llenos de expresión a cualquiera de ellos se le coge cariño (y más un niño) Y es que, Pocoyó es genial lo mires por donde lo mires. Tanto, que entre ratos de estudio, me pongo 2 ó 3 capítulos (1 me sabe a poco) y desconecto durante un rato.
Si, lo reconozco. Me gusta Pocoyó
¿Seré como un niño?